El presidente Javier Milei encabezó el sábado por la noche un acto en el que el Gobierno nacional cambió el nombre del Centro Cultural Kirchner que pasará a llamarse Palacio Libertad “Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento”. En la oportunidad reiteró cuestionamientos a las universidades que ya fueron refutados. Entre ellos, citó que las Casas de Altos Estudios no quieren auditorías y que son para “ricos”.
“Podrían permitir que se los audite, ¿no? Acá no está en discusión la universidad pública y gratuita. La discusión es que los recursos son escasos y robar está mal”, aseguró Milei durante su discurso en el ex Centro Cultural Kirchner y en medio del conflicto presupuestario con las casas de altos estudios.
En esa línea, el mandatario nacional expresó: “Queremos terminar con las filtraciones del dinero que llega a la universidad y lo que verdaderamente llega a los alumnos y profesores”.
“Principio de revelación: si no quieren ser auditados es porque deben estar sucios. Dejen de engañar a los argentinos y digan la verdad, que no quieren ser auditados para mantener sus curros y utilizan y prostituyen una causa noble para seguir defendiendo el robo de algunas agrupaciones políticas”, enfatizó el Presidente.
En rigor, las Universidades tienen una doble auditoría continua. En primer lugar, el informe de ingresos y gastos que recibe mes a mes la Secretaría de Políticas Universitarias. En segundo lugar, la Auditoría General de la Nación. Además, el 85% de los recursos universitarios están destinados a salarios, por lo que los fondos pasan directamente a las cuentas sueldos de docentes.
Para ricos
El jefe de Estado sostuvo también que la universidad pública nacional hoy “no le sirve a nadie más que a los hijos de la clase alta y a los ricos”.
“En un país donde la gran mayoría de los niños son pobres y no saben leer ni escribir, ni realizar una operación matemática básica, el mito de la universidad gratuita se convierte en un subsidio de los pobres a los ricos”, consideró Milei.
En tanto, el presidente libertario dijo que “los mismos que llevaron a cabo el intento de demonización contra Sarmiento son los que ahora pretenden rasgarse las vestiduras por la educación y toman a los alumnos de rehenes en sus desesperados intentos por mantener sus privilegios”.
Las afirmaciones se sustenta en datos erróneos. Según datos oficiales, el 68% de quienes se inscriben a las Universidades Públicas nacionales son primera generación. Además, por nivel de ingreso el 65% pertenece a clases medias bajas o bajas. Apenas 15 de cada 100 son de clases altas.
Asimismo, durante su intervención manifestó que el cambio de denominación al ex edificio del correo es “uno de los primeros pasos para cambiar la historia”.
“Historia que quisieron prostituir cambiando los nombres y ensuciando a los grandes héroes de esta patria”, agregó.
“Este es el inicio de una nueva etapa para enaltecer la figura de nuestros más grandes próceres y símbolos nacionales. Para dejar atrás al culto de los políticos que arrastraron al país a la decadencia y a la humillación”, subrayó Milei.
El Gobierno había oficializado el jueves pasado que el ex Palacio de Correos, denominado luego Centro Cultural Kirchner (CCK), cambió su nombre oficialmente a “Palacio Libertad, Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento”.
“La medida se da en el marco de la asunción del ex presidente Sarmiento el 12 de octubre de 1868 y se convoca a la ciudadanía a conmemorar este aniversario con el objeto de reconocer la gesta delos próceres de la Patria para alcanzar la libertad”, consignó el Ejecutivo en el texto del DNU 897. (APFDigital)