Este martes comienzan la primera reunión del año en Indonesia, donde Sergio Chodos reafirmará el pedido de flexibilidad para los países de ingresos medios o con créditos excepcionales.
El representante argentino en el Fondo Monetario Internacional (FMI), Sergio Chodos, participará este martes de la primera de las reuniones de representantes de Economía del G20 que tendrán lugar en Yakarta, Indonesia, en lo que será una previa a la primera cumbre de ministros de Finanzas y Presidentes de Bancos Centrales del G20 del año, que tendrá lugar este jueves.
Es allí en donde el gobierno argentino insistirá con sus demandas para bajar los sobrecargos del FMI a países con créditos excepcionales y dar mayor flexibilidad en el financiamiento a países de ingresos medios, en el contexto de la persistente pandemia y del acuerdo definitivo que negocia la Argentina con el organismo de crédito.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, adelantó que participará de la Cumbre de manera virtual y que, en cambio, asistirá de manera presencial el director argentino ante el FMI, que históricamente participó de las negociaciones económicas en el G20.
Por su parte, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, también participará de las reuniones virtualmente desde la Argentina.
En tanto, figuras como la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y la titular del Tesoro, Yanet Yellen, directivos clave en las negociaciones que lleva adelante la Argentina para alcanzar un acuerdo definitivo con el Fondo, adelantaron también que asistirán de manera remota a las tradicionales reuniones.
Este martes comienza la primera reunión del año en Indonesia, el país anfitrión del 2022, para comenzar a delinear el borrador del documento que se discutirá a nivel ministerial entre el jueves y viernes, y donde además de los países del G20 participarán otros organismos como el FMI, Banco Mundial, OCDE y países invitados.
En octubre del año pasado, en la Cumbre de Roma, el G20 instó a una revisión de los sobrecargos en el FMI y a buscar nuevos mecanismos de financiamiento para los países golpeados por la pandemia, entre los principales puntos de interés para la Argentina.
Se espera que el organismo rinda cuentas de los avances en el armado del nuevo fondo de Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad, otro de los puntos a los que instó el G20, que significaría una nueva línea de financiamiento más flexible, que podría extender los tiempos de repago en el FMI por hasta 20 años -cuando hoy no son más de 10 años-, y extender los de gracia, por hasta 10 años.
Se trata de condiciones más flexibles para países en problemas, algo que también la Argentina venía solicitando para la renegociación de su crédito actual, aunque Guzmán precisó que la vía de las negociaciones del “principio de acuerdo” que se firmó hace dos semanas marcha hacia uno de Facilidades Extendidas.
En cuanto a los sobrecargos que pagan los países a los organismos por pedir créditos excepcionales -como fue el préstamo solicitado por Mauricio Macri-, la Argentina volverá a insistir con reforzar el pedido del G20 de la Cumbre de presidentes de Roma, donde instó al FMI a revisar los sobrecargos que pagan los países, aunque desde entonces el directorio avanzó muy lentamente con el tema.
Para el país estos sobrecargos significan una erogación de al menos unos 1000 millones de dólares anuales.
Al respecto, a fines del año pasado Georgieva sostuvo que el Fondo volvería a analizar el tema de la flexibilización de los sobrecargos durante el primer trimestre del 2022, tras conocerse que la votación de diciembre efectuada por el directorio por este tema se había truncado por la dura posición de Estados Unidos.
Luego, este fin de semana se conoció que Estados Unidos, el país con mayor poder de voto en el FMI, se mantiene inflexible con su postura.
En este sentido, administración de Joe Biden, a través del Tesoro, se opuso a un pedido elevado en una carta suscripta por 18 legisladores demócratas, entre ellos Alexandria Ocasio Cortes, Ilhan Omar y Pramila Jayapal, según reportaron agencias internacionales.
Jonathan Davidson, subsecretario del Tesoro para Asuntos Legislativos del Tesoro le dijo a los legisladores de Estados Unidos que “los ingresos de los sobrecargos para aquellos países que los pagan ayudan a crear equilibrios precautorios para proteger a los accionistas del FMI contra posibles pérdidas”.
En tanto, corre el reloj para alcanzar un acuerdo antes del vencimiento del próximo 22 de marzo, donde la Argentina debería desembolsar casi US$ 3.000 millones.
La Argentina ultima detalles técnicos del acuerdo para tenerlos listos entre esta semana y la próxima, para pasar a la próxima instancia de su aprobación en el Congreso, antes de que el directorio del Fondo lo lleve al directorio para su votación.
En este sentido, la oposición unificó un discurso y adelantó que acompañaría al Gobierno a que el país no caiga en default, lo que fue interpretado por el presidente Alberto Fernández como “un acto de sensatez”.
A nivel técnico, tanto el FMI como la Argentina destacaron que trabajan “lo más rápido posible” para llegar con los tiempos y hay una gestión en danza de ambas partes para incluir en el programa financiero de la Argentina de los próximos 3 años a otros organismos con el BID, la CAF, y el Banco Mundial.
Fuentes al tanto de las negociación indicaron a Télam que para este año esperan reunir unos US$ 5.000 millones de dichos organismos, que vendrán bajo la forma de distintos tipos de préstamos sociales para beneficiar a los más vulnerables, alimentar la provisión de vacunas y ejecutar obras de infraestructura, entre otros.
Las mismas fuentes oficiales indicaron que se “trabaja con el convencimiento de que se conseguirán los votos necesarios del board para aprobar el acuerdo”, instancia en la que la directora del FMI, Kristalina Georgieva, elevará para el análisis de los representantes de los 24 países miembros.